Por Damián Buenvarón
Hace años que me ha interesado la influencia que la música tiene en el desarrollo de las personas y, por tanto, la importancia que esta disciplina tiene en la potenciación de ciertas habilidades que contribuyen a nuestra formación.
Procedo de Prado del Rey, pueblo de la sierra de Cádiz, lugar en que la formación musical estuvo y está presente en un alto porcentaje de familias por la presencia de una banda de música que durante casi cincuenta años estuvo dirigida por una persona que unía vocación, carisma y liderazgo: el maestro José Toro.
Su impronta logró contagiar el gusto por la música de banda en toda la comarca y, sobre todo, fue manifiesta su influencia en la formación musical de no pocos. Durante todo este tiempo vimos nacer orquestas, charangas, big band, días dedicado a la música, etc. Con el tiempo esta enseñanza se fue profesionalizando gracias a los estudios formales permitiendo que muchos se hayan dedicado profesionalmente a la música en sus múltiples facetas. Mucho antes, en los años veinte y treinta del s. XX, junto al fomento de la cultura con la creación de una biblioteca pública por parte de La Sociedad La Cultura con la que se pretendía dinamizar la vida en la localidad se creaba una banda de música en la que ya muchos pobladores formaron parte.¹
Este aprendizaje informal que muchos niños recibieron permitía, aún sin contar con estudios que lo corroboraran, un ejercicio de determinadas destrezas en algunas materias, según se constataba en los resultados académicos en los centros de enseñanza donde cursaban estudios. Para muchos era evidente el impacto que la cultura y educación musical ejercía en los alumnos.
Recientemente he conocido un estudio que me resultó llamativo por revelarnos la evidencia de que un programa de música de la comunidad dirigido a jóvenes en situación de riesgo tiene un efecto biológico sobre el sistema nervioso en desarrollo². Se trata de un estudio de la Universidad Northwestern, en Evanston, Illinois, Estados Unidos. En concreto, revela que dos años de clases de música mejoran la precisión con la que los cerebros de los niños distinguen sonidos similares del habla, un proceso neural que está vinculado a las habilidades de lenguaje y lectura.
Nina Kraus, profesora de Ciencias de la Comunicación en la Escuela de Comunicación y de Neurobiología y Fisiología en el Colegio Weinberg de Artes y Ciencias de Northwestern, resalta que “esta investigación demuestra que los programas de música de la comunidad pueden literalmente ‘remodelar’ los cerebros de los niños de manera que mejora su procesamiento de sonido, lo que podría conducir a mejores habilidades de aprendizaje y del lenguaje”.
El estudio a que hacemos referencia se dirige un programa de música a niños desfavorecidos de entre 6 y 9 años, que en ningún caso han recibido clases y se utiliza una sonda neural de gran alcance que les permitió calibrar el procesamiento del habla con una precisión sin precedentes. Se pudo constatar que el 93 por ciento de las personas mayores que habían participado en este proyecto había acudido a la universidad a pesar de las tasas de deserción del 50 por ciento o más en sus barrios.
Esta evidencia nos anima a apoyar programas de educación musical por su importancia en el desarrollo infantil. A ello debería contribuir nuestro sistema educativo, propenso a relegar la música a segundo plano junto a otras disciplinas artísticas. La formación musical en la escuela siempre fue insuficiente, a merced de los profesores y de los medios de las escuelas. No es fácil la misión de los profesores de educar la competencia para escuchar y comprender las obras de nuestro patrimonio musical, así como iniciar en los lenguajes propios, en el disfrute estético de la misma.
Una vez más, la música depende en gran medida de la voluntad y esfuerzo personal, así como de iniciativas innovadoras³ que ponen en valor el impacto de la música en el cerebro del niño.
¹ ROMERO, F., La cultura y la Revolución. República y Guerra Civil en Prado del Rey, Aconcagua Libros.
² 3 sept. 2014, Dos años de educación musical mejora la función cerebral auditiva, Infosalus.com
³ Una muestra de ello es la pedagogía inherente al Proyecto Luna de Escuela Creativa de Andalucía donde en edades muy tempranas se combina la formación en lenguaje musical e instrumentístico con la práctica musical en una orquesta.
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