Por Marta González
La postura corporal mas efectiva para nuestro cuerpo se puede conseguir solo cuando podamos equilibrar el peso de nuestro cuerpo a la perfección. Esto facilita a los músculos soportar el peso de cada una de las partes del cuerpo, evitando posibles sobrecargas.
Los tres principios básicos son:
Verticalidad:
Podemos optimizarla con el siguiente ejercicio: nos situamos frente al espejo e imaginamos que hay una línea vertical que pasa por el centro de nuestro cuerpo empezando en la nariz y que llega hasta la zona entre los tobillos. También imaginamos otras dos líneas que bajan desde cada una de nuestras orejas que van hasta los tobillos. Es importante recordar el principio de equilibrio y buscar la simetría. Mientras que la espina dorsal ha de verse como una línea vertical cuando la miramos de frente, de lado tiene curvas naturales que son esenciales para el equilibrio y la postura. Sin embargo, si estas curvas están muy pronunciadas puede causar tensión y daño. En nuestro caso, ya que debemos pasar bastante tiempo practicando de pie, es importante descansar en cada pie colocando el otro sobre una superficie de 10-15 cm. de alto. Esto reducirá la curvatura de la parte baja de la columna. Conseguir un buen equilibrio vertical reducirá la cantidad de energía necesaria e incrementara la sensación de armonía corporal.
Estabilidad:
Para tener y mantener una buena postura no solo es necesario que todas las articulaciones trabajen lo mas eficientemente posible, sino que también es necesario sentirse bien asentado sobre el suelo, por lo que la posición de los pies es muy importante. Los pies deben, por lo tanto, mantenerse un poco separados y mirar hacia delante o un poco hacia fuera. El peso debe estar repartido de manera equilibrada a trasvés de toda la planta. Un buen ejercicio para conseguirlo es echar todo el peso sobre la punta y luego sobre los talones sin levantar los pies del suelo en ningún momento, encontrando un equilibrio entre los 2. La pelvis tiene un papel importante también, moviéndola nos damos cuenta de cómo cambian las curvaturas de la columna vertebral. También es una buena idea mantener las rodillas ligeramente dobladas.
Puntos básicos para una buena postura:
- Parte trasera:
- Línea vertical imaginaria que pase a través de la oreja, hombro, cadera y tobillo.
- No empujar los hombros hacia delante, cerrando el pecho. Separar los hombros de las orejas y deslizar los omóplatos hacia la espalda.
- Manteniendo las costillas arriba permitimos mayor libertad para respirar.
- Mantenernos de pie puede acentuar la curvatura lumbar de manera excesiva, una buena posición de la pelvis y las piernas reducirá tensión en la columna y sobrecarga muscular.
- Para evitar una curvatura de la espina exagerada, es importante encontrar un buen equilibrio central pélvico.
- Rodillas ligeramente dobladas sin tensar las piernas.
- Mantener los pies un poco alejados el uno del otro. Un ángulo de hasta 45º es aceptable, sin embargo es mejor mantenerlos paralelos.
- Parte delantera
- Proporcionalmente, la cabeza es la parte mas pesada del cuerpo, por lo que una buena posición vertical es imprescindible. El axis de la cabeza debe ser vertical. No empujar la cabeza hacia delante o doblarla, ya que esto produce tensión y desequilibrio en los músculos y comprime las estructuras de la espina.
- No tensar o levantar los hombros, ni siquiera para sostener la viola. Mantener la simetría entre ellos. Tensar los hombros es una manera natural que tiene el cuerpo para indicar estado de alerta, es por ello que debemos aprender a estar en este estado pero con la máxima relajación de los hombros.
- Mantener las manos y dedos, el dedo pulgar incluido, curvos como si estuvieras sujetando una bola de tenis en la palma.
- No comprimir el diafragma y los músculos abdominales excesivamente.
- Posiciona los pies firmemente sobre el suelo, con una distribución homogénea del peso del cuerpo, la mitad del peso en cada pie e igualmente repartido por toda la superficie.
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